Actualmente se está observando más ginecomastia entre los jóvenes. La ginecomastia es el crecimiento aumentado de la grasa de los pectorales. Muchas veces, la glándula mamaria también esta aumentada de tamaño.

Las glándulas mamarias masculinas normalmente son atróficas y pequeñas. En muchos casos de ginecomastia, una o ambas glándulas están aumentadas de tamaño por lo que hay que removerlas quirúrgicamente. Uno de los problemas de remover las glándulas mamarias es la cicatriz que se dejaba en la piel de la areola de los pectorales. Por esta razón, nosotros usamos una técnica para remover las glándulas mamarias que en la que no es necesario cortar la piel de la areola mamaria. Mediante esta técnica, la glándula mamaria es disecada, aislada y removida sin dejar cicatrices en la piel de la areola mamaria.

La grasa de los pectorales es aspirada mediante una liposucción tumescente en la que también se le da la forma de pectoral masculino quitándole a los nuevos pectorales, toda forma fémina que tenían antes de la cirugía. Durante este procedimiento, el paciente está despierto o puede tener una muy leve sedación. Este procedimiento es completamente ambulatorio y después de descansar dos horas, el paciente puede retirarse a su domicilio.

Al final, le damos la forma masculina a los pectorales, procurando no dejar ninguna cicatriz visible pues somos conscientes que el paciente quiere poder lucir su torso desnudo en la playa o el gimnasio.

Algunos autores le atribuyen el aumento de la ginecomastia a los cambios en la industria alimentaria que actualmente engorda a animales como vacas y pollos con fuertes suplementos hormonales. La soya, un producto consumido masivamente en la actualidad, contiene fitoestrógenos que producen feminización de algunos caracteres sexuales secundarios. El consumidor acaba ingiriendo indirectamente estas hormonas que producen ginecomastia.

Nuevas técnicas de corrección de la ginecomastia mejoran la expectativa sobre el resultado de esta cirugía.