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Reducción de Pómulos ¿Raspado o corte?

Muchos pacientes nos preguntan sobre “raspado de pómulos” para reducir el ancho de su cara. Les explicamos que con solo un raspado no se reduce el rostro ancho, que necesariamente debe haber un corte en el zigoma y un reposicionamiento de los huesos.

La malarplastía reductora es una cirugía de afinamiento  maxilofacial para reducir los huesos de los pómulos. Los huesos de los pómulos se llaman zigomas. Para reducirlos hay que cortar estos huesos y extirpar una mínima porción para luego, después de fracturar una porción del arco zigomático, reposicionarlo mas medialmente. Este reposicionamiento hacia la línea media de la cara adelgazará el rostro ancho y terminará afinando el rostro.

La Malarplastia Reductora es una cirugía de corte del hueso zigoma y no es un raspado.

Esta es una de las partes más cruciales de la técnica y por ende de la cirugía. Esta forma de reducir la cara conlleva otras variables que el cirujano debe controlar para lograr un mejor resultado.

Se han dado casos en que cirujanos han intentado realizar esta cirugía solo raspando los huesos con resultados muy pobres. El raspado no reduce significativamente la cara y conlleva a decepción del paciente al ver los resultados.

Por esa razón, nosotros no hacemos “raspado” de los huesos de los pómulos.

El corte de los huesos se realiza con sierras especiales y bajo anestesia general. Es una cirugía que requiere de mucha preparación con fotos, tomografía tridimensional y cálculos especiales para valorar la proporción que se logrará reducir.

Es aconsejable que el cirujano que realiza esta cirugía esté debidamente acreditado y tenga conocimiento y experiencia en este tema.